El cuarto de Arles de Van Gogh a la derecha, la habitación de un muchacho en un hotel a la izquierda, en dos tiempos distintos: 1890 y 2025. Pero ambos están inmersos en el arte; uno en la pintura y el otro en el dibujo. Ambos están luchando por superar sus estados mentales; ambos con una observación muy profunda de lo humano y del transitar del hombre por la vida. Todo está plasmado en las obras de arte; las que nunca se vendieron, las que se destruyeron.

Macbeth, la obra inmortal de William Shakespeare, regresa en una impactante puesta en escena dirigida por Albeiro Pérez. Esta versión conecta la brutalidad del mundo medieval con la barbarie de la actualidad, explorando cómo la ambición desmedida y el deseo de poder conducen a la oscuridad y la destrucción.

Una diseñadora, una costurera y una estilista dirigidos por una marca invisible y asfixiante desfilan en escena un teorema sobre la moda y sus oficios para reflexionar sobre la gentrificación, la prostitución y el narcotráfico.